Estos días estoy leyendo un libro que compré hace dos meses en Colombia: Volver al oscuro valle (2016) del autor bogotano Santiago Gamboa.

En una parte sobre Arthur Rimbaud situada en el Paris del 1871 el narrador dice

Todo el que sobrevive a una guerra, aun ileso, es un herido de guerra.

La frase me remite a una pregunta acerca de la manera en que tratamos a los supervivientes, las victimas y los veteranos de guerra en tiempos de paz pero también en tiempos de guerra perpetua desde lugares pacíficos a los que ellos llegan como refugiados.

Pero al mismo tiempo y con mayor fervor la frase me repite algo que ya sabemos por listos y por autoproclamada cumbre de la creación, por especie única en su capacidad de aprender de su propria Historia y de sus proprias historias:
¡Que acabe la guerra!
¡No más guerra!
¡Que reine la paz, cabrones!

Nada más, esto es todo. Final del comunicado. Final del pensamiento. Voy a seguir con mi lectura.

Dejo un saludo y un atardecer en la playa de Buritaca que toleró mi Land Art por la breve temporada de un día y medio, quizás tres.

Daniel Graziadei, Junio 13 2019